miércoles, 22 de diciembre de 2010

Kapanga - Crece (video oficial) HD

Un video y una canción que me gusta mucho... A disfrutar!

A la vuelta de la esquina



La vida fluye y sorprende a la vuelta de la esquina… Los sueños se hacen realidad cuando uno cree en ellos con toda la fuerza de su corazón. Las semillas caen en la tierra, germinan, crecen y florecen con todo su esplendor. Todo es vida en mi interior y alrededor.

El mundo gira aunque no nos demos cuenta de ello, el sol está aunque no lo veamos, y la luna es redonda, aunque a veces la veamos por la mitad. Todo sucede ahora, en algún lugar. Las maravillas de la vida esperan ir a nuestro encuentro. Apertura, deseo, sueños, procesos, tiempos, felicidad, armonía, espiritualidad … Presente



El regreso

Ella volvió después de un largo viaje.

Dejó atrás aquello que le hizo mal; mas nunca lo olvidará.

Todo lo sucedido le dejó huellas marcadas y ahora decide tomar coraje y volver.

-Es el momento- dijo, y guardando en un bolso lo que necesitaba en aquel momento, salió.

En su interior había temor, dudas, pero también había ilusión, esperanza por lo que sucedería al llegar. Atrás quedó el rencor, el odio, y ese revoltijo de sentimientos.

En el camino pensó muchas cosas. Cada recuerdo se hacía presente, y también la sensación de que estaba haciendo bien.

Habló con su padre, mirando el cielo, sintiendo que a él le gustaba su decisión. Pero ella no lo hacía por él, sino por ella misma y por la oportunidad que les daba la vida.

A veces es tarde para algunas cosas… ella no dejaría pendientes y las cosas así se presentaban; no lo dejaría pasar.

Tomó todo el aire que entraba por la ventanilla del colectivo y la buena energía que le regalaba el sol. Sentía coherencia en su interior, y una sabiduría inmensa. Pensar en el presente y dejar atrás las reacciones de dolor, para dar lugar a lo nuevo…

Hoy es hoy, y ella estaba ahí sentada, viajando hacia el lugar que alguna vez le fue familiar. Estaba decidida a reencontrarse con él…

No había estado en otro país, ni en otra ciudad. Había estado todo este tiempo cerca, pero muy muy lejos. Todo lo sucedido le sirvió para crecer, para saber dónde estaba, poner sus pies en la tierra y ubicarse en tiempo y espacio. Ella estaba dispuesta a cambiar la realidad que le hacía mal. Y finalmente volvió a reencontrarse, dispuesta a vivir una nueva oportunidad, luego de su viaje interior en el tiempo…

domingo, 28 de noviembre de 2010

Elegir, andar, soñar. Cantar bajo la lluvia, desear, besar. Caminar sin rumbo o con él, tocar, oír, mirar. Llorar, volar, jugar, crecer. Renacer cada día, pensar, callar. Bailar, disfrutar, odiar. Beber, comer, dormir. Mentir, fingir, querer, no elegir. Olvidar lo importante, amar, volver. Continuar, recordar, esconder. Quedarse, salir, enojarse. Esperar, decepcionarse, angustiarse. Correr y correr, derrumbarse, surgir. Sentir, acariciar, dar. Entregarse, suspirar, flotar. Dudar, mirar, parar. Ayudar,entregar, tirar. Desaparecer, quedarse, viajar. Presenciar, estar ahí, morir por dentro. Iluminar, acompañar, intentar. Suplicar, ir, ignorar. Sonreír, pedir, abrazar. Despegar, saltar muy alto, caer. Ganar, enloquecer, perder. Escribir, hablar, expresar. Gozar, hacer, aventurarse. Gritar, soltar, devolver. Regalar, gustar, lamer. Retorcer, romper, reparar. Decir, escupir, temblar. Pegar, patalear, culpar. Sobrevivir,acomodar, conformarse,cumplir. Discutir, transformar, modificar... Ser,experimentar,animarse...simplemente, vivir y ser feliz...

Piel

Sólo siento mi piel por el recorrido de tus manos...
Tus dedos navegan en búsqueda de un océano profundo, que esconde tesoros, y todo adquiere sentido. Sólo estamos vos y yo en ese mundo imperfecto y feliz, donde nada existe, siquiera los pensamientos.
Ese instante sin tiempo ni lugar, en el cual permanecemos en constante movimiento; una danza que sólo nosotros conocemos y que nos invita a bailar con un ritmo profundo y mágico.
Tu mirada en la mía, como espejos; entrelazados, como dos seres siendo en ese mar de emociones. Recorrido ciego, pero que sabe hacia dónde va. Ebullición de sentidos... en el universo profundo.

domingo, 10 de octubre de 2010

¿Y las palabras?

Muchas veces entro a mi blog, y no hago cosas nuevas en él. Lo miro, y es como si me tragara la lengua, porque inmediatemante no encuentro palabras para escribir. Alguien puede decir: "sólo es cuestión de escribir y listo", como si fuera tan fácil escribir cosas coherentes e interesantes.
Reflexioné sobre esto, y llegué a la conclusión (en realidad no concluye nada, pero bue...) de que quizá espero escribir algo maravilloso, y bajo esa presión que ejerzo sobre mí, no me sale nada, y quedo, muda, frente a mi blog.
Después de meditar y no soportar que me suceda esto (porque...para qué tengo un blog si no voy a escribir ni publicar nada!!), hice click en Nueva entrada, y acá estoy, escribiendo estas palabras, que no son maravillosas en sí mismas, pero al menos me permitieron salir de esta encrucijada por un rato...
Finalmente ( bueno, no es un "final final", pero quizá son mis ganas de terminar de escribir esta rareza), me olvido por un instante de lo que iba a escribir, pero pensé:
¡¡¡Qué bueno que existen las palabras!!!, porque nos ayudan a salir de nosotros mismos hacia el mundo, hacia los otros seres...
Y ahora sí, acá terminó.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LIBERTAD

Por fin abrió la puerta; se había decidido. Tomó aire profundamente; las piernas le temblaban. Parado delante de esa puerta aún del lado de adentro, sintió frío, aunque tal vez sólo era el miedo. Cuando su pie izquierdo comenzó a moverse para dar un primer paso hacia afuera, dudó. Pensó en todo lo que había vivido allí dentro. Recordó cada momento de sus largos días: había reído, también llorado. Probó deliciosos manjares. Conoció a las plantas, siendo ellas mismas las que le enseñaron a cuidarlas de los cambios de clima, y conversó con ellas de cosas importantes. Desde que lo habían dejado allí de muy pequeño, él había aprendido a construir su propio mundo. No era el mejor de todos los mundos, lo sabía, pero era el suyo, el que le había tocado, y eso lo hacía especial.

Pensar en todas aquellas cosas hizo que la duda creciera aún más hasta convertirse en angustia que apuñalaba su pecho. Tembló; su cuerpo se paralizó. Sólo sintió terror, confusión delante de esa puerta que lo invitaba a lugares que desconocía y que él mismo había decidido abrir.

Su mente se quedó enmudecida por un largo rato mientras él continuaba ahí, paralizado, con la mirada fija en la puerta abierta.

Habían transcurrido minutos, horas, quizá días enteros de letargo frente a la puerta. Nunca lo supo, pero estaba decidido y ya no volvería atrás. Fue entonces cuando, sin mirar, arrojó impulsivamente las llaves por detrás de su espalda, lejos de su alcance. Ya no retrocedería. Dejaría atrás para siempre ese mundo que había sido solitariamente suyo. Cerró los ojos, levantó el pie derecho y dio un paso sobre la vereda. Hizo lo mismo con el izquierdo. Giró su enorme cuerpo, aún con los ojos cerrados. Tanteó la manija de la puerta y la cerró con un golpe preciso. Giró nuevamente su cuerpo y abrió los ojos. Lo había logrado. Respiró profundo y se alejó para siempre del viejo castillo.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El tiempo pasa, y se escurre por los dedos.
Por momentos pasa rápido y por otros es eterno...
Hace un tiempo, casualmente, mi tiempo interior se quedó estancado mientras el reloj no dejaba de pasar las horas y el calendario continuaba su destino. Sólo pedía a gritos que el tiempo pasara...
Hoy, cuando pasó ya un año desde aquel entonces, quiero pedir que el tiempo pasado no se vaya, que se detenga cuando aún él estaba.
Pasó un año desde que no está ese hombre que adoro, y duele sentir que el tiempo pasa sin piedad y que cada vez más situaciones quedan atrás, más seres en el camino hacia quién sabe dónde... Y que lo que fue algún día, ya no será.

Recuerdo tantas cosas maravillosas de mi vida, en la que él estaba junto a mí. Y a veces me parece mentira que ya no esté, un mal sueño, y que al despertar voy a poder hablar con él, escuchar su voz, abrazarlo y reírnos de la vida, como siempre.
El tiempo pasa, sí, y no se puede evitar.
Y tan sólo me queda, nada más y nada menos, que VIVIR este viaje hacia no sé donde.

La inmensa tristeza de su ausencia siempre estará conmigo a donde vaya; pero así las cosas, también quiero vivir y disfrutar del presente, agradecida a la vida por haber tenido como papá a un hombre maravilloso y al que siempre adoré y adoro.

Siempre estarás en mi corazón, siempre estarás en mí...

sábado, 24 de julio de 2010

Algo nuevo comienza...

Lo que soñás a veces parece estar tan tan lejos...
hasta que un día, casi sin notarlo, aparece.
Cuando me alejo y veo todo desde afuera,
me doy cuenta que la vida fluye y que lo que fue ya no será.
Cada momento es realmente único. Hoy es hoy.
Siento que dejar algo atrás es también dejar lugar para algo nuevo,
que está ahí, esperando nacer.
Una etapa que deja atrás la otra,
cual torta de panqueques; uno sobre otro, sobre otro,
con relleno de vida.
Estoy abierta para recibir lo nuevo, para vivir y dejarme llevar por lo que quiero.
Hoy es mi presente, como cada día también lo es. Cada momento es especial!!!

viernes, 9 de julio de 2010

A veces te busco en el cielo


A veces te busco en el cielo...
y creo verte volando sobre alguna nube.

Me gusta sentir que juntamos nuestras miradas

y así te siento muy cerca... aunque no sé dónde estás.

Me gusta pensar que algún día nos volveremos a encontrar

y sentirme una niña feliz por derribar la distancia de la muerte.
A veces te busco en el cielo...

y sonrío, buscando tu sonrisa.
Siento que estás ahí, en cada espacio

libre como el viento que roza mi cara.
Y que no hace falta buscarte, porque estás allí,

acá, cerca mío, para siempre.
A veces te busco en el cielo...

y disfruto de este encuentro imaginario...

Ella

Hugo es saxofonista y pasa todo el día deleitando a todos con su música debajo de la ciudad, allí donde ocurren muchas cosas, a veces imperceptibles para el ojo apurado de quien regresa a su casa o va a trabajar. A pesar de la locura diurna, Hugo elige seguir tocando su saxo en ese lugar. Será porque él conoce profundamente todo lo que allí sucede, especialmente a una mujer, que todos los días a la misma hora se detiene ante él para escuchar su música, y dejando una moneda de un peso emprende su regreso, quién sabe a dónde. Y él la ve alejarse, con una forma especial de moverse al caminar…Hugo tiene guardada esa imagen en su mente. Verla alejarse le desata pensamientos extraños, una sensación especial en el cuerpo, como si estuviera liado a ella a través de un lazo infinito.
Después de varios meses de observarla, Hugo empezó a imaginarse cómo era ella, esa mujer especial, de ojos negros y pelo oscuro que parece disfrutar al escuchar sus melodías. Y descubrió que lo que lo unía a ella era la tremenda sensación de conocerla de toda la vida. Pero no se trataba de esas personas que uno conoce en la panadería, en el barrio, o en cualquier otro sitio habitual. Simplemente sentía en lo más profundo de su ser que conocía a esa mujer sin antes haberla visto en otro lugar diferente a los túneles del subte.
Cada día que pasaba, Hugo estaba más ansioso y esperaba la hora de que ella apareciera. Sus ojos revoloteaban de un lado a otro mientras hacía sonar el saxo. Y como todos los días, aparecía esa mujer de ojos negros que se detenía ante él. Ahora Hugo descubría en ella una sonrisa inmensa, y unos ojos que expresaban emoción. Pero nunca cruzaron una palabra. A pesar de eso, Hugo continuaba unido a esa mujer, y le llamaba la atención que nadie reparara en ella, siendo tan especial y maravillosa para él. Observó que siempre iba sola y no hablaba con nadie; siempre vestía un piloto azul hasta las rodillas y llevaba puestas botas rojas. Sólo se detenías un instante y se alejaba hacia una de las salidas.
Una tarde Hugo decidió, después de mucho pensarlo, no ir a trabajar y esperarla en la salida del subte dispuesto a hablarle, a preguntarle quién era ella y si sentía lo mismo que él. También deseaba conocer el motivo por el cual llevaba botas y piloto a plena luz del sol, dónde vivía, cómo era su vida y muchas cosas más que, cuando la vio salir del subte, nunca se animó a preguntar. Su boca parecía sellada con pegamento y sólo atinó a seguirla cuando se dio cuenta de que ella no había notado su presencia. Caminó detrás de ella por la avenida, con miedo a que lo viera y se asustara por su persecución. Pero nada de eso pasó. La siguió durante dos horas hasta llegar al río. La noche había desplazado al sol y las estrellas brillaban como Hugo jamás las había visto resplandecer. Su corazón se aceleró cuando ella se detuvo, de espaldas a él, en el acceso al puente que une ambas orillas. Él cesó su andar para mirarla, y se sorprendió al verla esfumarse en el aire, tal como pasa con los sueños cuando llega el despertar. La sensación de Hugo fue extraña, pero no sintió miedo; tan sólo se entristeció, y luego de un instante en el que el asombro y la desolación invadieron su corazón, emprendió nostálgico el regreso a su casa.
Aunque esa noche el saxofonista intentó dejar de pensar en ella, no pudo conciliar el sueño, pero al día siguiente fue a trabajar con su saxo bajo la ciudad. Otra vez la misma locura diurna, las personas enajenadas en sus propios pensamientos… Llegó la hora, y la mujer de ojos negros y piloto azul hasta las rodillas se detuvo ante Hugo a contemplar las melodías de su saxo, y mirándolo a los ojos con una inmensa sonrisa, dejó la moneda de un peso junto con una flor amarilla y se fue hacia la salida, con esa forma tan especial de caminar, unida para siempre a Hugo a través de la línea imaginaria.

La lluvia